Filandia, eje cafetero Colombiano
- Zule
- 2 may 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 ago 2019
¿Cómo viajar, qué visitar y dónde comer ?
Una nueva mañana, nos encontraba temprano en la Plaza Bolívar para tomar el jeep que nos llevaría a Filandia por COP 13.000 ida y vuelta, así fué como viajamos nuevamente en este tipo de transporte, muy cómodo e indicado para el lugar, ya que lleva varias personas, en forma rápida, es muy económico y adecuado para algunas zonas por el tipo de terreno. Lindos paisajes mientras viajamos, en aproximadamente 25 minutos estuvimos en la plaza principal de Filandia. Un pequeño pueblo, de una singular belleza, cuya arquitectura refleja la influencia de la colonización antioqueña, con casas multicolores, con balcones y aleros, y muchas flores en la plaza, en las calles. Este colorido se extiende principalmente en las calles aledañas al centro, no es que todo el pueblo sea así, sólo la parte más turística.

Partiendo desde la plaza, tomamos la carrera 6 y llegamos hasta el final de la misma, donde había un pequeño mirador, desde donde podíamos ver todo el campo de alrededor, con sus increíbles ondulaciones y ese color verde que parece salido de la paleta de un pintor, a lo lejos divisamos una construcción interesante, era el Mirador que fué construido por el Municipio como punto de atracción turística. Regresamos nuevamente a la plaza, visitamos la Parroquia María Inmaculada Concepción, una galería tipo feria con negocios de artesanías y souvenirs, seguimos recorriendo las callecitas, de pronto nos encontramos con una camioneta repleta de plátanos, muy común seguramente para la zona, pero para nosotros era algo único.
Nuevamente caminamos partiendo desde la plaza, por la denominada Calle del Tiempo Detenido, que hace honor a su nombre, la tranquilidad de la gente, sus negocios y restaurantes parecen quedados en otro tiempo, en una esquina, nos atrajo un local que exponía todo tipo de panificados y probamos algunos panes de queso (similar al chipá) y churros rellenos de arequipe (parecidos a las donas rellenas de dulce de leche).

Luego nos dirigimos caminando hacia el Mirador de Filandia Colina Iluminada, preguntamos y nos indicaron el camino muy amablemente, siempre con la típica calidez de la gente colombiana que encontramos a lo largo de nuestro viaje. Al parecer el Mirador se encontraba a pocas cuadras del centro, 15 minutos a pie, al llegar nos encontramos que cobran entrada para ingresar en efectivo, los menores no pagan, un adulto COP 7.000 y mayores de 60 años COP 5.000, no te piden documento por lo que entendimos es para todos, incluso extranjeros. Se encuentra abierto de 9 a.m. a 7 p.m. y los fines de semana hasta las 10 p.m.
El Mirador tiene varios pisos, llega a 27 metros de altura, construido en madera y organizado de forma tal que no sólo te indica la dirección en que se encuentran los distintos pueblos y ciudades de la zona, sino que te cuenta parte la historia de las mismas, origen de algunos nombres o hechos interesantes, como que en Filandia se filmó la novela “cafe con aroma de mujer” que refleja parte de su cultura cafetera o películas, todo explicado en carteles en español e inglés.

Luego regresamos a la plaza para buscar donde almorzar y fuimos a Torito al Carbón, acá comimos de entrada, crema de pescado, que es como una sopa crema, y plato principal trucha al ajillo, acompañada con arroz, arepa, patacones y ensalada, más bebida por COP 44.000, para una persona con propina incluida, ya viene en la cuenta sumado el 10 %, pero si no son de mucho apetito, les aseguro, alcanza para dos, hay tarjeta de crédito. Después nos fuimos en búsqueda de un rico café colombiano, y nos recomendaron por precio y calidad, justo en el lado opuesto al restaurante, cruzando la plaza, una confitería muy coqueta donde servían café y helados, realmente uno de los mejores cafés que tomamos y super barato.
Al regresar a Salento, fuimos hasta la terminal de bus, ahí nos dimos cuenta que quedaba muy cerca de nuestro hotel, para averiguar horario y costo para ir al día siguiente hasta Medellín, ya que no pudimos conseguir un ticket aéreo conveniente por horario y precio, optamos por tomar bus. Allí nos informaron que Flota Occidental realiza el viaje por COP 49.000 en efectivo, con salidas a las 8 a.m., 10 a.m. y 4 p.m., que dura unas 8 horas y había que sacar el pasaje con 24 hs anticipación, para esto ya era tarde, porque la boletería ya estaba cerrada, atendía hasta las 16 hs, entonces nos dijeron que vinieramos al día siguiente y si no había lugar, podíamos ir hasta Pereira y que ahí había mayor frecuencia de buses que se dirigen a Medellín.
Como saliendo del pueblo, pero no tan lejos del Centro, se encuentra lo que llaman Aldea del Artesano, es un complejo de casitas también coloridas, ubicadas alrededor de una pequeña plaza, bajo los amplios aleros al frente de las casas se ubican los artesanos en sus propias viviendas y se los puede ver exponiendo o trabajando en sus sencillas artesanías.

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